
Ángeles y Demonios.
Enviado por Sudfriel Molina
Me había convencido de que yo tenía que estar reunido ahí con su organización, en realidad mucho no sabía de qué se trataba.
Él me había comentado que mis ideas eran similares a las que se planteaban en ese lugar, y una vez que el líder apareciera se vería reflejada en mi rostro la marca que nos distinguiría de los demás mortales, a ojos cerrados fui por la simple curiosidad de saber.
De pronto me vi rodeado de muchas personas que me miraban con curiosidad como preguntando ¿llegó uno nuevo?, en ese momento de relajo aparece el supuesto líder, era un tipo alto, de contextura imponente que cuando me vio destelló un color azul brillante en sus ojos y a todos se les reflejó una marca azul brillante en su frente menos a mí, me miró frunciendo el ceño y con cara de ira se venía acercando hacia mí y el compañero que venía conmigo trató de ocultarme , pero fracasó en su empeño.
-¿Qué hace este intruso aquí?... dijo con voz imponente el líder.
-Nada, ya se va... respondió mi amigo.
-¡Debe morir!, esto no debe salir de aquí…
-¡Corre!... me dijo mi amigo.
Y traté de salir huyendo de ahí eran muchos los que me seguían, además tenían poderes y lanzaban rayos azules que si me hubiese llegado alguno me hubiese desintegrado al instante, con la adrenalina al cien traté de salir de ahí en un momento sentí algo extraño en mi espalda, se desplegaron dos alas de un blanco radiante y comencé a volar yo había soñado muchas veces que volaba y siempre sufría de vértigo y trataba de despertar por temor de caer al suelo y morir, esta vez no sentía ningún temor, se sentía agradable volar de esa manera maniobrando muy bien la salida, ese amigo me llamó e hizo que me acercara y me lanzó un libro.
-¡Agárralo!… me dijo, con eso tendrás información suficiente para derrotarlos.
Agarré el libro y mi amigo desapareció, una vez que dejé bien atrás a los que me perseguían y ya perdiéndolos de vista, busqué un lugar donde aterrizar, era la primera vez que volaba a si que por lo tanto de aterrizajes mucho no sabía, comencé a bajar en círculos, hasta que llegué hasta un tubo de alumbrado público, me agarré de él y me deslicé al suelo. Mis alas desaparecieron, me senté en el suelo y comencé a leer el libro.
Enviado por Sudfriel Molina
Me había convencido de que yo tenía que estar reunido ahí con su organización, en realidad mucho no sabía de qué se trataba.
Él me había comentado que mis ideas eran similares a las que se planteaban en ese lugar, y una vez que el líder apareciera se vería reflejada en mi rostro la marca que nos distinguiría de los demás mortales, a ojos cerrados fui por la simple curiosidad de saber.
De pronto me vi rodeado de muchas personas que me miraban con curiosidad como preguntando ¿llegó uno nuevo?, en ese momento de relajo aparece el supuesto líder, era un tipo alto, de contextura imponente que cuando me vio destelló un color azul brillante en sus ojos y a todos se les reflejó una marca azul brillante en su frente menos a mí, me miró frunciendo el ceño y con cara de ira se venía acercando hacia mí y el compañero que venía conmigo trató de ocultarme , pero fracasó en su empeño.
-¿Qué hace este intruso aquí?... dijo con voz imponente el líder.
-Nada, ya se va... respondió mi amigo.
-¡Debe morir!, esto no debe salir de aquí…
-¡Corre!... me dijo mi amigo.
Y traté de salir huyendo de ahí eran muchos los que me seguían, además tenían poderes y lanzaban rayos azules que si me hubiese llegado alguno me hubiese desintegrado al instante, con la adrenalina al cien traté de salir de ahí en un momento sentí algo extraño en mi espalda, se desplegaron dos alas de un blanco radiante y comencé a volar yo había soñado muchas veces que volaba y siempre sufría de vértigo y trataba de despertar por temor de caer al suelo y morir, esta vez no sentía ningún temor, se sentía agradable volar de esa manera maniobrando muy bien la salida, ese amigo me llamó e hizo que me acercara y me lanzó un libro.
-¡Agárralo!… me dijo, con eso tendrás información suficiente para derrotarlos.
Agarré el libro y mi amigo desapareció, una vez que dejé bien atrás a los que me perseguían y ya perdiéndolos de vista, busqué un lugar donde aterrizar, era la primera vez que volaba a si que por lo tanto de aterrizajes mucho no sabía, comencé a bajar en círculos, hasta que llegué hasta un tubo de alumbrado público, me agarré de él y me deslicé al suelo. Mis alas desaparecieron, me senté en el suelo y comencé a leer el libro.