
Esta es la historia de dos parejas de enamorados, que desde pequeño sintieron que estaban junto al amor de su vida, cada una de estas parejas se juró amor eterno (Luciel con Joumi y Dóromi con Naimi) y deseaban con toda el alma que de grandes estarían juntos. Pero el destino funcionó y actuó de otra manera, ya que los padres de éstos ya los tenían comprometidos en matrimonio a sus futuras parejas por conveniencia y acuerdos económicos.
Luciel desde pequeña amaba a Joumi, pero los padres de Luciel la tenían comprometida en matrimonio y con acuerdo económico de por medio con los padres de Dóromi (y a la vez Dóromi desde pequeño amaba a Naimi), por lo tanto Dóromi tuvo que aceptar en matrimonio a Luciel. No sucedió lo mismo con las otras mitades, me refiero no entre ellos, pero sí tenían sus parejas respectivas destinadas, al igual que Dóromi y Luciel, el amor entre estas dos parejas era tan intenso que olvidarse del otro era imposible.
Y así llegó el día de la boda entre Dóromi y Luciel con todo el dolor de su alma se tuvieron que unir en matrimonio y no bastando con eso tendrían que dar descendencia de esa unión. La noche de luna de miel sería su unión carnal para consolidar el matrimonio.
Y así sucedió y contra la voluntad de ambos fue su primera vez para los dos, él trató de ser muy suave y amable con ella al tener su primera relación sexual, Dóromi era de carácter fuerte y muy respetado entre sus pares, un par de veces se cruzó con Joumi por cuestión de negocios y como era muy tosco y no había afabilidad entre ambos era muy poco el diálogo que había entre ellos. Un día decidió con Luciel que esto no podía ser, ya que sentían que no eran felices juntos, se debían revelar contra las decisiones de sus padres, y estar con sus verdaderas parejas y a la vez huir definitivamente de ahí con sus respectivos amores, y ser felices para siempre.
-¿Tú harías eso por mí?... Le preguntó Luciel a Dóromi.
-¡Sí!... respondió éste.
Mientras ella con mucha ternura limpiaba su hombro de una mancha que le había quedado… Y éste al sentirlo como caricia sintió algo que no había sentido nunca antes… (Algo estaba cambiando).
-Tú no puedes estar con quien no amas… En este caso yo… Le decía Dóromi a Luciel.
-hablaré con Joumi y concertaré una cita para contigo y le contarás lo que tenemos planeado… Después lo mismo haré con Naimi.
-Pero él te tiene mucho miedo y respeto… yo he conversado un par de veces después de que nos casamos para vernos a escondidas y por respeto y miedo no ha aceptado.
-Pero, ¿te ama?...
-¡Sí!... responde ella.
-Entonces lo haremos.
Dóromi va a casa de Joumi y le cuenta que Luciel quiere conversar con él, que sabe todo sobre su frustrado amor y los quiere juntar, Joumi un tanto incrédulo acepta la cita pero con cautela, ella lo ve y Dóromi pregunta:
-¿Ésta es la persona que amas?...
-¡Sí!... responde Luciel.
Lo mismo le pregunta a Joumi, y éste responde que no, que él está casado y es feliz que no lo engañaría ni a él ni a su esposa. No se sabe si eso se dijo por miedo o por convencimiento, pero Luciel totalmente dolida y decepcionada lo despacha. Dóromi la mira a los ojos y ve mucha tristeza en ella, la abraza con mucho amor y ternura, la consuela y se pregunta si irá a suceder lo mismo con Naimi.
Cita a Naimi a escondidas y ésta le dice que no puede estar con él, que no se puede separar de su esposo por respeto a los acuerdos económicos de sus padres, pero sí lo puede tener como amante ya que así lo puede hacer sin que se enteren, decepcionado Dóromi le cuenta todo a Luciel y ésta le pregunta:
-¿Será nuestro destino que realmente estemos juntos?...
Éstos se abrazan y empiezan a sentir algo que no habían sentido nunca antes el uno por el otro y ese algo era un amor tan intenso que no se pueden describir. Hicieron el amor por que así se podía llamar ahora, ya no era sólo sexo por resignación esto pasó a ser amor y así lo sintieron después de la decepción por sus equivocados amores y fueron felices por el resto de sus días junto a sus hijos.
Luciel desde pequeña amaba a Joumi, pero los padres de Luciel la tenían comprometida en matrimonio y con acuerdo económico de por medio con los padres de Dóromi (y a la vez Dóromi desde pequeño amaba a Naimi), por lo tanto Dóromi tuvo que aceptar en matrimonio a Luciel. No sucedió lo mismo con las otras mitades, me refiero no entre ellos, pero sí tenían sus parejas respectivas destinadas, al igual que Dóromi y Luciel, el amor entre estas dos parejas era tan intenso que olvidarse del otro era imposible.
Y así llegó el día de la boda entre Dóromi y Luciel con todo el dolor de su alma se tuvieron que unir en matrimonio y no bastando con eso tendrían que dar descendencia de esa unión. La noche de luna de miel sería su unión carnal para consolidar el matrimonio.
Y así sucedió y contra la voluntad de ambos fue su primera vez para los dos, él trató de ser muy suave y amable con ella al tener su primera relación sexual, Dóromi era de carácter fuerte y muy respetado entre sus pares, un par de veces se cruzó con Joumi por cuestión de negocios y como era muy tosco y no había afabilidad entre ambos era muy poco el diálogo que había entre ellos. Un día decidió con Luciel que esto no podía ser, ya que sentían que no eran felices juntos, se debían revelar contra las decisiones de sus padres, y estar con sus verdaderas parejas y a la vez huir definitivamente de ahí con sus respectivos amores, y ser felices para siempre.
-¿Tú harías eso por mí?... Le preguntó Luciel a Dóromi.
-¡Sí!... respondió éste.
Mientras ella con mucha ternura limpiaba su hombro de una mancha que le había quedado… Y éste al sentirlo como caricia sintió algo que no había sentido nunca antes… (Algo estaba cambiando).
-Tú no puedes estar con quien no amas… En este caso yo… Le decía Dóromi a Luciel.
-hablaré con Joumi y concertaré una cita para contigo y le contarás lo que tenemos planeado… Después lo mismo haré con Naimi.
-Pero él te tiene mucho miedo y respeto… yo he conversado un par de veces después de que nos casamos para vernos a escondidas y por respeto y miedo no ha aceptado.
-Pero, ¿te ama?...
-¡Sí!... responde ella.
-Entonces lo haremos.
Dóromi va a casa de Joumi y le cuenta que Luciel quiere conversar con él, que sabe todo sobre su frustrado amor y los quiere juntar, Joumi un tanto incrédulo acepta la cita pero con cautela, ella lo ve y Dóromi pregunta:
-¿Ésta es la persona que amas?...
-¡Sí!... responde Luciel.
Lo mismo le pregunta a Joumi, y éste responde que no, que él está casado y es feliz que no lo engañaría ni a él ni a su esposa. No se sabe si eso se dijo por miedo o por convencimiento, pero Luciel totalmente dolida y decepcionada lo despacha. Dóromi la mira a los ojos y ve mucha tristeza en ella, la abraza con mucho amor y ternura, la consuela y se pregunta si irá a suceder lo mismo con Naimi.
Cita a Naimi a escondidas y ésta le dice que no puede estar con él, que no se puede separar de su esposo por respeto a los acuerdos económicos de sus padres, pero sí lo puede tener como amante ya que así lo puede hacer sin que se enteren, decepcionado Dóromi le cuenta todo a Luciel y ésta le pregunta:
-¿Será nuestro destino que realmente estemos juntos?...
Éstos se abrazan y empiezan a sentir algo que no habían sentido nunca antes el uno por el otro y ese algo era un amor tan intenso que no se pueden describir. Hicieron el amor por que así se podía llamar ahora, ya no era sólo sexo por resignación esto pasó a ser amor y así lo sintieron después de la decepción por sus equivocados amores y fueron felices por el resto de sus días junto a sus hijos.